Elegir(se)

elegirse

Hoy, finalizando la tarde e iniciando la noche, tendremos nuevo presidente en Colombia. Quedará un mes y medio del mandato de ocho años del presidente Santos y comenzará un nuevo momento, cronológicamente hablando, para el país. En un tiempo, el recuerdo de este mandatario quedará como una sombra (buena o mala) y el calendario seguirá avanzando día a día, mes a mes y año a año, hacia un futuro desconocido e incierto.

Lo que se mantendrá durante unas semanas y posiblemente meses, serán los insultos (suaves, medianos y fuertes), los agravios, los comentarios y las reflexiones por las redes sociales y tanto de un lado como del otro, se planteará que fue la peor decisión que se pudo tomar y que será responsabilidad de unos o de otros, lo que ocurra en el país.

La gran mayoría de nosotros, tal como lo hemos hecho siempre, seguiremos viviendo en este país y continuaremos haciendo nuestro día a día en este espacio y en este territorio. Por supuesto que si queda uno u otro candidato, las condiciones económicas, financieras, militares, agrícolas, educativas en el orden macro para el país tomarán rumbos diferentes, que tendrán efectos en el mediano y en el largo plazo.

Sin embargo en el corto plazo y en el orden micro, quienes tenemos que tomar decisiones, somos cada uno de nosotros. Nuestras conductas sociales, nuestros hábitos de consumo, nuestras formas de relacionarnos con los demás, nuestras formas de amar de resolver los conflictos, de habitar nuestro entorno y de vivir la vida, son responsabilidad nuestra y no dependen de quien esté en el poder.

Pase lo que pase hoy y cada vez que se elija presidente, solo representará una porción de lo importante. Por supuesto que ello marca la realidad pero es la decisión individual, la opción propia y la elección particular en torno a la vida, la que se pone en juego no cada cuatro años, sino cada segundo, cada minuto y cada día. Y ello no depende de quien esté en el poder. La responsabilidad con la propia vida no es delegable ni depende del mandatario de turno, así que hayas votado o no, la elección más importante tiene que ver con tu propia vida en el día a día. Allí es en donde se juega lo realmente importante


Compartir