Cuando un amigo se va (conversatorio teórico experiencial)

Las mascotas se tomaron no solo nuestras casas sino nuestras vidas y nuestros corazones. Mueven un segmento de la economía importante y se muestran como un elemento diferente de la vida social en la contemporaneidad.
Aunque no todos disfrutan de esta cercanía e incluso les parece extraño que se destine tanta energía hacia ellas, es inevitable que los perros y los gatos hoy hacen parte de la vida diaria. Aunque no es algo nuevo, sí tiene unas características sociales mucho más impactantes que hace algunas décadas.
Tuve mascota desde mi niñez (un perrito llamado Pipe) y desde hace varios años comparto mi espacio vital con tres perros: Marcos, Tomás y Luna. Así a veces me agoten y aunque hay momentos en los cuales pienso si tenerlos fue una buena decisión, vivir con mascotas es interesante. Brindan compañía, le dan diversidad a la rutina y amplían la esfera de las relaciones afectivas dentro del entorno familiar.
Sin embargo, así como los seres humanos, las mascotas no duran para siempre e incluso, tienen vidas mucho más cortas que las personas. Lidiar con el duelo por la pérdida de una mascota, puede ser complejo. Así para algunas personas suene exagerado, la muerte de una mascota impacta a veces de manera muy severa la realidad de quienes fueron sus dueños o cuidadores.
Para hablar de este tipo de duelo, a veces incomprendido, Sandra Restrepo, una colega que admiro y que respeto profundamente en lo profesional, lo académico y lo personal, realizará un encuentro el sábado 26 de mayo para hablar de esto y para abordar con los participantes, las formas en las cuales puede comprenderse y tramitarse este duelo.
Si te interesa el evento o si sabes de alguien a quien puede serle útil, comparte la información. Hablar de esto y hacerlo con alguien sensible frente a este tema, puede ser importante y útil