¿Y qué?

No sé yo si habrá expresión más pendenciera que ese retador ¿y qué? Quizá sí. La lista de formas para ofender es inextinguible. Pero me parece a mí que en la parte más alta del escalafón está esa: “¿Y qué?”.
Hay ahí tanto de afrenta como de provocación. Tanto de atropello como de sinrazón. Tanto de envalentonada torpeza como de desprecio.
Lo hizo, hace nada, Jair Bolsonaro, cuando le preguntaron sobre la escalada de muertes en Brasil a causa del coronavirus. “¿Y qué?”, fue lo que respondió. También dijo que, pese a llamarse Mesías, no hacía milagros.
No me sorprende el desdén de algunos mandatarios por lo importante y su interés, en cambio, por lo irrelevante. El alcalde de Medellín (el de ahora, para no rastrear irrelevancias hasta muy lejos) anunció con alegría la realización de un concierto aéreo, fallido por fortuna. Y la semana pasada afirmó que sí habrá Feria de las Flores. Y en serio puede uno oír que en algún lado alguien asegura que es que aquí somos muy verracos, echados para adelante y vamos a hacer la feria. ¿Y qué?
Al presidente de Colombia (al de turno, de nuevo, para no exigirle mucho a la memoria) le acaban de renovar su flota de carros blindados. Se gastaron más de nueve mil millones de pesos en ello. Lo habíamos visto hace no hace tanto tiempo en el desigual, necesitado y abandonado Chocó repartiendo dulces a unos niños. Y puede uno imaginarse a alguien en alguna oficina estatal diciéndose a sí mismo como si nos lo gritara a todos: sí, nos gastamos esa plata en carros ¿y qué?
El año pasado, casi por estas mismas fechas, un mes más un mes menos, un montón de fieles (cientos, decía una noticia), arengaban a favor de un párroco denunciado por abuso sexual y hoy suspendido ahora por el propio papa Bergoglio. Sí, lo apoyamos ¿y qué?, parecían decir entonces. Tal vez aún lo harían si no se los impidiera la pandemia.
“¿Qué os parece la inteligencia humana?”, les pregunta Satán a Miguel y a Gabriel en Cartas desde la Tierra, el libro de Mark Twain. “Quiero decir, suponiendo que penséis que existe una”.