Cazando cosas por ahí recordé una cuenta de Twitter que me gusta mucho, la del español Javier Ochagavía, que rescata noticias absurdas de vieja data. Como la de aquel árbitro que perdió su pito en 1939 en la cancha de fútbol al acabar el partido, y lo recuperó en 1964, mientras caminaba por el campo de cultivo en que se convirtió el terreno de juego con los años. Lo creo, porque sé que esas cosas pasan.
O la nota de la Agencia EFE que, desde París, en 1978, informaba que durante el estreno de la película Emmanuelle 2, tras una escena de alto contenido erótico, a un jubilado de 67 años le falló el corazón. “Emmanuelle es la película que mata”, dice la primera oración de la noticia.
Hay algunas más felices, como el informe de un diario, en 1972, que reseña que en Bydgoszcz (Polonia) cuando las personas abrían el grifo, en lugar de agua recibían cerveza. Al parecer la cervecera, en lugar de verter la bebida en los envases, lo hizo en el acueducto local. Ojalá el responsable haya sido un trabajador con ganas de alterar la rutina de aquel pueblo y no un error común y silvestre. Hace poco, en Olten (Suiza), una falla en la ventilación de la fábrica Lindt, hizo llover chocolate sobre la ciudad.
Hay otras noticias reveladoras, como el seguimiento al caso de la justicia británica contra el novelista Jack Trevor Story, autor de The Trouble with Harry, que Hitchock adaptó luego al cine. Story también escribió el best seller Vive ahora, paga después. Aplicó su regla, parece ser: tenía deudas cercanas a las 9.000 libras con el fisco.
Sí, este mundo arde a fuego lento, pero es imposible negar que también es un lugar, a veces, divertido.
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