El dulce enamora a los seres humanos desde la cuna, por eso se asocia a los momentos más felices. La repostería es la ciencia exacta de la cocina a la que los cocineros le tenemos miedo y respeto.
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Hace años, por trabajo, hice algunos cursos en Argentina y me grabé las palabras de Roberto Goni, un genio repostero chocolatier: “el postre tiene que ser tan rico, que la gente se lo come cuando ya no tiene hambre”. Remate sublime de las comidas, protagonista de celebraciones y tentación para perder la voluntad.
La historia de los postres se remonta hasta la Roma antigua con los descubrimientos de la miel y el azúcar. Se dice que los primeros se hicieron garrapiñando frutos secos, endulzando masas para pan y cortando leche.
Varios países se atribuyen el invento del helado, pero se dice que se crearon en la corte de Alejandro Magno que hacía traer hielo y nieve de las montañas para enfriar vinos, yogurt y sorbetes. Uno de los postres más antiguos y expandidos por el mundo es el arroz con leche, que, pese a su aparente bajo perfil, encierra la magia hindú del sabor.
Pero el rey indiscutible de los dulces, el sabor del amor que despierta pasiones, alivia tristezas y endulza despechos, es el chocolate. El protagonista de la nota de hoy, es uno de los aportes más importantes que le ha hecho América a la gastronomía universal.
Conquisté a mi flaca con una barrita de chocolate After 8, el día en que me regaló el primer beso. Cada vez que podemos nos sentamos a compartir alguno que nos llegue al corazón, como la torta que nos mandaron de regalo en estos días de cuarentena, que nos dejó con la boca abierta y tan antojados que no vemos la hora de probar todo lo que despachan a domicilio.
Por ese regalo estupendo descubrimos a Chocolatto y no vemos la hora de que podamos salir para ir a probar su oferta formidable. Según nos dijo Lulú, la amiga de la flaca que nos mandó la torta, que se mantiene allá y conoce a sus dueñas, se han ganado toda clase de reconocimientos aquí y en el exterior, como el premio que las llevó hasta el Japón ha pulir sus habilidades culinarias.
Ante la imposibilidad de salir, para escribir esta nota, tuve que recurrir a su Instagram @chocolatto_repostería_fina, a varios amigos tala 38 y a Tulio mi gurú de las redes.
Lo que pude concluir de mis investigaciones que me dejaron tan antojado, es que, aunque para la mayoría de sus seguidores la torta de chocolate es la protagonista del sitio, parece que las de zanahoria y manzana con nueces son de locos y que la María Luisa es todavía mejor.
Las pediré todas cuando mi flaca lo permita y ya les tengo listo el tinto y el vaso de leche helada como me lo dictan mi hambre permanente y mi paupérrima voluntad.
Para pedir a Chocolatto llame al 2342803 o escriba por WhatsApp 314 6196008. Perder la voluntad así, no es pecado, recorrer sus redes y no caer en la tentación de pedirlo todo es una tortura. Allí estaré con mis enanos apenas sea seguro salir. Quédese en casa bien feliz.
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Por Efraín Azafrán
efrainazafran@gente.com
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