Salpicones y ensaladas de frutas inigualables

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Los pinchados les dicen macedonias, hace años tutti frutti, ahora salpicón o ensalada, en fin, se pusieron de moda después de que se entendió la necesidad de comer sano y sobre todo la de aprovechar la variedad de frutas que nos ofrece la topografía nacional, con las condiciones y climas que permiten cosecharlas todo el año.

En estos días con el combo de calvos barrigones en un ratico hicimos una lista de más de 70 que se consiguen en Medellín durante casi todo el año, muy distinto a lo que pasa en los países estacionarios en donde se comen 10 como máximo, algo insípidas, por cierto.

Si Colombia entendiera este potencial lo aprovecharía para montar negocios parecidos a Juan Valdez, pero de jugos, paletas, dulces, salsas y tantas exquisiteces que se pueden hacer con frutas. Entre otras cosas uno de los amigos, botánico experto explicó, que mientras más lejos del trópico las frutas eran más insípidas y mientras mes cercanas al ecuador, más dulces, ácidas, jugosas y coloridas. Ni me imagino la emoción de los franceses comiendo mamey, guama, mamoncillo, níspero, curuba y zapote y el bien que le haría esto al campo.

La nota de hoy nació por pura casualidad, buscando donde parquearnos para ver jugar al verde, y darle gusto al primogénito de los Azafrán que no conocía el estadio y llevaba varios meses rogándome para que lo llevara a fútbol.

La última vez que fui a ver a Nacional el 10 era César Cueto, hace unos añitos. Encontré otro estadio, con sillas, sin rejas, tan organizado como un teatro de ópera, en donde miles de fanáticos incansables brincan y cantan al mejor estilo de los bosteros de la boca.

Dos días después, seguían retumbándome en el oído los tambores, pero la verdad sea dicha, me encantó el programa de principio a fin. Ahora verá, que me va a tocar llevar a la chiqui de la casa a ver al rojo, equipo por el que mueren sus tías mudas que no se pierden ningún partido, perdidamente enamoradas del Germán que los salva cada domingo.

Dos cuadras arriba del estadio, en la esquina de la calle 48 con carrera 77, nos encontramos la Frutería Las Cerezas, un negocio dedicado de lleno a los salpicones y ensaladas de frutas, con quesos, salsas, helados, yogurt, nueces, almendras y una variedad de frutas frescas bien seleccionadas para sus creaciones detrás de las cuales se arman largas filas, como pude ver, antes y después del partido. Como ganó el verde salimos con hambre, antojadísimos, y como estábamos en programa de hombres solos, sin las chicas de la casa que nos controlan tanto, aprovechamos y pedimos las versiones grandes del salpicón especial y la ensalada especial.

OMG, no había visto nada igual, el enano quedó maravillado ya que al igual que su papá detesta la comida poquita. Para explicar la demora y la llenura con que llegamos a la casa, pedimos dos copas de helado de las medianas para llevarles a las Azafrán fit y quedamos como dos príncipes. Para terminar de hacer la tarea, me averigüé que tienen domicilios en el WhatsApp 314 7541380 o en el 3221355 y otra sede frente al Juan Pablo II en la carrera 70 # 19-69. Qué cosa rica.

Por Efraín Azafrán
efrainazafran@gente.com


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