Broo: Una pizza sorprendente

La historia de la pizza tiene muchas versiones. Se dice que unos 6 siglos antes de Cristo, egipcios, romanos, persas y griegos usaban pan con queso y aceite para alimentar a las tropas.
Pero, la pizza como se conoce hoy nació en Nápoles durante el siglo XVII cuando el pan se cubrió con una salsa hecha con tomate, recién llegado de América, y queso, como una alternativa barata para la gente más humilde.
Los Azafrán deliramos ante una buena pizza. Con la flaca he probado algunas de las más famosas del mundo en Nueva York, Roma, Nápoles, Buenos Aires y Chicago, que con los años se ha hecho célebre con sus panes gruesos y cubiertas con carnes especiadas. Las argentinas nos encantan con sus masas madres, muchas con más de 100 años de conservación.
Y aunque trato de no pisarme las mangueras con mi vecino de sección, quiero compartir la receta de la que me hacen la flaca y los enanos los domingos, parecida, pero criolla, a la popular que venden en las viejas pizzerías de La Recoleta gaucha. Harina, aceite, sal y agua para la masa, sin levadura como la auténtica.
Luego de amasar por un ratico, ponen discos delgados de masa en una sartén caliente sin agregar nada y esperan unos minutos a que se empiece a endurecer: la cubren con pasta de tomate y orégano o albahaca, mucho quesillo de Doradal rallado, o mozarela, y un par de tajadas de jamón; precalientan el horno, la coronan con mantequilla y un huevo, y la hornean a mucha temperatura, hasta que la clara se pone blanca, pero me dejan la yema bien blandita, toda una delicia. En ninguna parte he visto la pizza con huevo como en Buenos Aires o mi casa, y la verdad, nada que me guste más. Sobre todo, la que me hacen la flaca y los enanos.
La semana santa pasada, uno de esos días en que no provoca hacer nada, de puro desparche, nos dejamos convencer de los niños de ir a algún parque de diversiones de centro comercial y así fue como terminamos en Mayorca.
El programa resultó estupendo ya que me pude sentar una horita con la flaca a tomar café mientras los enanos saltaban enloquecidos en los juegos. A la hora de decidir qué almorzar, los chiquis gritaron al tiempo: ¡pizza! Después de recorrer un rato, en medio de la sala de comidas de la parte nueva, encontramos un local diminuto llamado Broo, que buen nombre, que prometía las pizzas “más rápidas de Medayork”.
En menos de cinco minutos, cada uno tenía la pizza armada a su gusto, de masa delgada crocante, buenos quesos, ingredientes de primera y sabor exquisito.
A pesar de que la porción es más que justa para una persona por los precios tan cómodos, terminamos pidiendo otras 2 para compartir y una más, con chocolatina y masmelos que nos cayó de perlas como postre.
Hay todo un mostrador con toppings para armarlas, pero tienen sus propuestas con combinaciones ricas. Nos enteramos que los domingos a domicilio tienen un combo pague 2 y lleve 3. Búsquelos en Instagram @heybroopizza. Mayorca local 2093. There and here.
Por Efraín Azafrán
efrainazafran@gente.com