Los mejores palitos de queso para calentar en casa

Con los palitos de queso pasa como con las arepas, su origen se pierde entre Colombia y Venezuela, algo que no importa pues en los dos países se incorporaron al patrimonio gastronómico con diferencias imperceptibles por tantas versiones.
Tequeños para los venezolanos, aquí palitos o deditos, primos de las carimañolas costeñas. Varían por las masas y rellenos.
Hoy se encuentran masas de trigo o maíz, enharinadas o apanadas, en hojaldre, masa de pizza, puré de yuca, papa o plátano.
Se hacen fritos, asados, salteados, horneados o en la airfryer. Los quesos más comunes son mozarela, costeño, cheddar o queso crema, pero se pueden hacer aún con aquellos curados apestosos finos que les dan un toque “gourmet”.
A veces los domingos para desparcharnos, con los enanos nos ponemos a inventar palitos de muchas formas, con las recetas de los panzerotis italianos (que no se parecen ni cinco a los pasteles de maíz fritos de aquí), rellenos con quesos, hierbas y embutidos, con masa de harina, levadura, leche, agua y aceite. Alguna vez hicimos envueltos en masa de arepa, fritos y asados en sartén y quedaron deliciosos con hogao y mermeladas.
La cacería detrás de los palitos de queso empezó el finde pasado. De vez en cuando, que no salimos a puebliar, nos encanta turistear por Medellín.
Empezamos por Parques de Río ya que no conocíamos la parte nueva, y nos encantó, ojalá hubiera muchos más parques por toda la ciudad. Usamos mucho el transporte público con el fin de que los chicuelos los aprendan a disfrutar y a usar.
De ahí caminamos hasta el metro y nos fuimos en tranvía hasta Buenos Aires, felices con la nueva ciudad que rodea estas maravillas del transporte moderno.
Como el que peca y reza empata, nos bajamos caminando y comiendo toda clase de “chucherías” estupendas: gauchos, guanabanol, mango verde, copitos de nieve, obleas, buñuelos, solteritas, empanadas y demás que me prohibe la dietóloga.
En alguna de esas esquinas vimos en una vitrina unos palitos de queso que nos llamaron la atención por el aspecto de su masa, ante lo cual sucumbimos a la tentación y pedimos para todos. Al vernos la cara de felicidad, la señora adorada nos sugirió los de queso y bocadillo. Por Dios bendito, qué cosa tan rica, no comía ese casao desde que estaba chiquito.
La flaca, declarando su debilidad por esta delicia de tienda de barrio, logró que la señora nos mostrara el empaque: Alimentos Masa Fresca. Por supuesto apenas llegamos a la casa marqué el 310 533 4244 para conseguir información para esta nota, con las que Gente quiere exaltar el trabajo de los negocios dedicados a mantener el patrimonio gastronómico regional.
Alex, que me atendió superamable me contó que además vende carimañolas de queso, deditos con doble crema o costeño, los increíbles de queso y bocadillo y apanados en masa de papa rellenos de jamón y queso.
Ayer nos los trajeron y anoche los probamos todos, qué espectáculo. Alex, me quito el sobrero, nos hiciste muy felices.
Por Efraín Azafrán
efrainazafran@gente.com