Soy de los antioqueños que necesito comer arroz para quedar feliz con almuerzo o cena. Dice mi querida wiki que la llegada al viejo mundo del considerado uno de los 3 alimentos más importantes de la humanidad se le debe a Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno o Alejandro el Grande, rey de Macedonia, Hegemón de Grecia, Faraón de Egipto, Gran rey de Media y Persia, gracias a sus campañas militares asiáticas.
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El arroz se dispersó rápidamente por el mundo y si bien, solo es un acompañante perfecto para las comidas, en todas las culturas gastronómicas del mundo fue adquiriendo diferentes formas, siendo las más populares en todas partes la paella, el sushi y el arroz chino.
En Colombia los más reconocidos son el atollado, el apastelado, el arroz de lisa y el tan humilde pero demasiado rico arroz con pollo, típico de primera comunión.
Por allá en los 70’s y 80’s Parmenio, un cocinero español que casualmente compartía nombre con uno de los generales del mítico Alejandro, nos puso a comer paella en su legendario restaurante Las 4 Estaciones en El Poblado.
Desde esa época empezaron a aparecer varias propuestas bien ejecutadas que le hacen honor a la madre patria. Trabajando en España me di cuenta de que la paella bien hecha es una arroz caldoso y meloso, y que una perfecta debe tener el famoso socarrat, aquí llamado cucayo o pegao en nuestros humildes criollos, que es el arroz que se queda adherido al fondo del recipiente que le da un aire ahumado al plato.
En estos días por pura casualidad los Azafrán nos encontramos de pronto en medio de un verdadero show de paella de esos que uno solo ve en la mismísima Valencia, de la mano de Titi una mujer que respira sabor, alegría, carisma, sabiduría y talento, por lo que nada nos extrañó que a los pocos días figuró con su negocio La Tabla como ganadora absoluta de un evento gastronómico en el que se evaluaron arroces de todo el país, con ese mismo arroz que le puede llevar hasta la puerta de su casa, o aún más, preparar al frente de sus invitados.
Como aprendices de sibarita, por supuesto que no nos aguantamos las ganas y apenas llegamos a la casa la “datiamos” en las redes en donde dice muy claro “no somos restaurante”, pero con solo marcar el 3503325470 ella se encarga de hacerle llegar un arroz o una paella memorable, marinera, mixta o solo de carnes, mi favorita, como la valenciana auténtica.
Este fin de semana, tras un preámbulo lleno de ganas absolutas de comer rico, pedimos el mixto, ganador al mejor arroz del país, y nos llegó, mucho mejor de lo que nos soñábamos.
Qué cosa tan deliciosa, cualquier adjetivo se queda corto ante tal festival de sabores y aromas, acompañado con baguette artesanal y mayonesa de ajo, entregado en la mismísima paellera que después recogieron.
Titi nos hizo muy felices, tanto que los enanos se olvidaron por un buen rato del toque de queda del puente de brujas. Llámela con anticipación, un plato tan rico necesita tiempo.
Por Efraín Azafrán
efrainazafran@gente.com
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