Cuidar es cuidarse

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¡Qué aire tan contaminado¡ ¡Qué basurero el que hay en la calle! ¡Qué sucia está el agua del río! ¡Qué tacos tan horribles! ¡Qué cantidad de peleas y de heridos! ¡Qué intolerante es la gente!

A ver…no podemos hablar en serio…

No seremos nosotros mismos, vos y yo, los que contaminamos el aire utilizando los vehículos de manera innecesaria, los que si no encontramos una basurera tiramos el papel a la calle o los que jamás separamos los residuos en nuestra casa o en nuestro lugar de trabajo. No seremos nosotros mismos quienes desperdiciamos el agua en duchas eternas, que no recogemos el agua fría mientras se calienta y los que usamos productos contaminantes sin ningún reparo.

La responsabilidad del cuidado del entorno vital, es de todos y nos implica a vos y a mí. Tanto en lo ambiental, como en lo relacional, en lo social y en lo afectivo, somos los agentes fundamentales y los actores protagonistas. Tenemos las ciudades que nos merecemos y vivimos en las condiciones de interacción que nosotros mismos hemos construido.

Más allá de una mirada apocalíptica, soy un convencido de la capacidad individual y colectiva que tenemos para transformar, de a poco y de a mucho, nuestras realidades y que ello ha de partir de algo fundamental: el cuidado de sí mismo.

Soy un convencido en torno a que si cuidamos nuestra realidad (que incluye nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra alimentación, nuestro sueño, nuestra salud, nuestras relaciones), daremos pasos cada vez más grandes para cuidar de los otros y para cuidar de nuestro entorno.

Somos agentes activos de nuestro desarrollo, somos titulares de nuestra vida y somos los protagonistas de nuestro presente y de nuestro futuro así que sigamos con las manos en esta obra


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