Amazonas: Un tesoro lleno de sabores

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En mis aventuras permanentes por las plazas de mercado, he descubierto varios sitios más que reconfortantes para la vida. Rincones del sabor de cocineros callejeros magníficos, señoras bendecidas por la sazón ancestral maravillosa de pequeños negocios, vitrinas, carretas, carritos y caspetes muy populares, fáciles de reconocer por las filas desde las 3 de la mañana cuando se despierta la actividad comercial.

La Mayorista, la Placita de Flores, la Minorista, la plaza de la América, entre otras, son una fantasía para cualquier compulsivo por los placeres del estómago como yo. Todas me gustan, pero por la cercanía de la casa, la Mayorista para mí se volvió el imperio del corrientazo, el claro, mazamorra, aguapanela, arepa en todas sus formas, tortas de pescado o carne, vísceras fritas, fríjoles montañeros, sudaos, sancochos, sopas de plátano y papa, parva, empanadas, picadas, carne asada, lechona, tamales, chorizos nomeolvides, morcilla y chicharrón, que dicha. El comedero que me tiene trastornado, vende pescado fresco y mariscos provenientes de muchas partes: Pesquera y Restaurante Amazonas, un verdadero tesoro para los amantes de los sabores marinos. La pesquera es probablemente la más visitada de la plaza debido a la excelente atención, frescura, variedad, calidad y precios de sus productos.

Gracias a Amazonas, mi flaca (hermosa) y mis amados peques insoportables a ratos, cada vez me acompañan con más frecuencia a la plaza. Allí me surto para la casa y me pego la escapada tras sus delicias, no importa la hora pues abren desde el desayuno. Es punto de encuentro de mucha gente de la plaza y de su inmensa clientela fiel que va a congraciarse con la vida.

Entre otras cosas se muy poco acerca del pescado tan cuestionado llamado basa o panga, que, en algunos supermercados, pesqueras y muchos restaurantes venden como pesca del día, robalo o bagre importado y me llama la atención que allí en la carta aparece con su nombre para que cada persona decida si lo quiere consumir, pero puede estar seguro de que no le meten gato por liebre.

Mis favoritos, dependiendo de la temporada son la sierra o el pargo frito. Mi señora como siempre se va por los langostinos que sirven de varias maneras y le cuesta decidir cuál es la mejor, cosa de las hormonas; en cuanto a mis insaciables decendientes no he podido que cambien el patacón gratinado con camarones y los deditos de pescado fritos de los menús infantiles.

He podido probar gran parte de los platos de la carta ya que mi apetito incontrolable y mi curiosidad me obligan, por eso puedo sugerir que cuando vayan no dejen de pedir: cebiche mixto a la parrilla de pescado y mariscos con maíz tostado y aguacate, anillos de calamar crocantes con salsa Amazonas, bagre frito, langostinos al ajillo, sancocho de bagre y por supuesto una de las cazuelas de mariscos, todas ricas. Si necesita alguna ayuda extra para el cuerpo o lo agobia el guayabo no dude en arriesgarse y pedir el consomé de pescado con arepa resucitador.

Estos son apenas algunos de la gran lista de platos que tiene para escoger, y por supuesto, para aquellos que no son amantes de los sabores marinos, hay varias alternativas de primera. Puede pedir información en el 2554411. Están en el bloque 8 local 19, entrando a la plaza en los primeros galpones sobre la derecha al fondo.


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