EL bullying: cómo identificarlo y cómo detenerlo.

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La palabra bullying se deriva del vocablo inglés “bully”, que significa como sustantivo valentón, matón y como verbo maltratar o amedrentar.

Bullying es el maltrato o intimidación entre pares que ocurre más frecuentemente en escuelas y colegios, que se caracteriza por acoso, humillación, ridiculización y agresión física o moral.

Debe ser reiterativo y con intención premeditada de hacer daño, utilizando mecanismos verbales, físicos, psicológicos, sociales o electrónicos.

En Colombia según la encuesta de 2005 realizada por el ICFES a aproximadamente un millón de estudiantes de colegios públicos y privados, el 28% de los de 5to grado afirmó haber sido víctima de violencia entre escolares en los meses anteriores, el 21% confesó haberla ejercido y el 51% haber sido testigo de la misma.

Los actores involucrados en el bullying son: la víctima, el o los agresores y los compañeros que actúan como espectadores.

Los agresores varones tienden al maltrato físico y verbal, mientras que las maltratadoras femeninas tienden a un tipo de bullying psicológico y social.

Usualmente el agresor suele ser una persona conflictiva y con carencias afectivas a nivel familiar, que se traducen en un bajo nivel de autoestima y baja autonomía moral.

El agredido suele ser una persona de temperamento débil, inseguro y con una pobre competencia social.  Con frecuencia existe el antecedente de sobreprotección por parte de los padres.

Los espectadores pasivos o testigos del fenómeno tienen una importancia manifiesta en el desarrollo del mismo, puesto que el agresor puede ser estimulado o inhibido por ellos. Se invoca inclusive en que los testigos pueden llegar a adquirir un papel preventivo en el proceso.

Generalmente el bullying se manifiesta en lugares libres de personas adultas como los campos deportivos, los servicios sanitarios y a la salida del colegio.

La familia ocupa un lugar importante en la prevención del bullying mediante acciones como la crianza en valores que incluyan respeto y tolerancia a la diferencia, y la ayuda que debe brindarle a los niños y niñas para la adquisición de habilidades sociales.

En el afrontamiento de un caso de bullying no debemos olvidar que tanto el agredido como el agresor son niños y que ambos necesitan ayuda.

Juan Fernando Gómez Ramírez

Pediatra y Puericultor

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