¿Cómo entender a los adolescentes ?

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¿Qué piensan los adolescentes? ¿Por qué no son como nosotros lo fuimos? ¿Las nuevas tecnologías los sumergen?.

Estas, y otras frases son las que comúnmente se escuchan día a día cuando las personas se refieren a los jóvenes, pero en su mayoría, son los padres de familia quienes se cuestionan a cerca del comportamiento, actitudes y maneras en que los jóvenes ven el mundo…pero son esos mismos padres quienes deben  romper con sus patrones y con muchas formas de crianza tradicional para encajar en una nueva, que genera angustia, pues en ocasiones no se sabe a lo que se están enfrentando o como aplicar estas nuevas formas de crianza con los hijos adolescentes. Partiendo del “ser yo cómo papá o mamá” o adulto responsable al cuidado de un adolescente, siempre nos cuestionamos sobre lo que es mejor para ellos, nuestros hijos. Pero en ocasiones no nos involucramos y no nos damos cuenta realmente a lo que se están enfrentando y lo que les afecta esa situación, sin preguntarles más allá de si ya realizaron su tareas y las labores del hogar o si realizaron lo que sus padres habían encargado hacer o simplemente solo preguntamos ¿por qué todo el día han estado el “pegados al celular?… Son muchas cuestiones que nos hacemos día a día, dejando a un lado la capacidad de respuesta que tienen a la hora de abordarlos, escudándonos, en decir que están en la época difícil, de cambios de estados de ánimo, personalidad y otras cosas más que solo hacen que los veamos como antagonistas de esa etapa por la cual están atravesando; y  no vemos la profundidad del  ser de ellos, pues manifestamos que ya son grandes y no necesitan que los estén cuidando como niños, pero este es el error que debemos evitar y es encasillarlos en el rol de adultos, el cual no les corresponde vivir, porque como su propio nombre lo dice son adolescentes, no adultos que en  ocasiones cuando expresan sus preocupaciones las desbordan con actitudes que pueden ser riesgosas para ellos y para quienes están a su alrededor. ¡Entonces que hacemos? ¿Cómo hablar con el o ella si no me escucha?, …si uno le dice las cosas y no hace caso? Estos y  otros comentarios que se salen de la lista, pero esto no es lo más importante, lo qué hay que resaltar es la manera como los abordamos, que preguntas se les está haciendo. Conocerlos implica saber exactamente cuáles son sus gustos, sus hobbies, sus mejores amigos, en quién confían, en quién no, que hicieron en el colegio, cual fue la actividad que más les gustó.  Recordemos que cuando son niños sabemos todos sus gustos, pero al ir creciendo creemos que se vuelven caprichosos, pero ellos solo están expresando algo que ya no les agrada o con lo cual no están de acuerdo y lo único que seguimos pensando es que ya no siguen órdenes. Esta es una de las mayores dificultades a las cuales se enfrentan los padres.

El no saber cómo abordar este tipo de situaciones hace que salga a la luz una frase muy popular “aquí se hace lo que yo diga”, esto en la nueva  era de la tecnología y  para los jóvenes ya no es algo que va con ellos, es decir ahora utilizan más los consejos de los influencer,  youtuber o  cualquier aplicación que les dé espacios de tranquilidad, relajación o simplemente diversión e identificación, aunque interactúan por mensajes o comentarios, ellos expresan su manera de vivir la vida, sus emociones y sentimientos  a través de la única forma que conocen, ellos viven, expresan a través del único entorno el cual, es el que les ha tocado vivir.  Recordemos, ellos no crecieron en nuestra época, por lo tanto, su única forma de interactuar es la que conocen.

Pero cómo padres nos encasillamos en lo negativo que ha sido estos avances.

Pues bien papás, no nos alarmemos, no sigamos viendo a nuestros jóvenes con prejuicio o sin juicio alguno, en algún momento también nos señalaron por nuestros gustos y actitudes, entonces la solución no es  ejercer la violencia física o psicológica, por el contrario se debe pensar en que los tipos de crianza que utilizaron con nosotros se ha modernizado y ha traído mejores opciones de ver la vida, aprovechemos la tecnología para fortalecer nuestra manera de criar y educar a los hijos, involucrémonos en su crianza, en las aplicaciones que ellos utilizan, sus redes sociales, respetemos sus espacios, pero estemos presentes.  Esto cambia la manera de entender esta dinámica, el involucrarse de manera activa, nos convierte en los verdaderos influencers de nuestros hijos, pues somos nosotros, los padres y los adultos responsables quienes debemos, seguir, guiar y acompañar a quienes apenas están comenzado a vivir.


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